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25/06/2025

El riesgo del cannabis comestible: qué dice la ciencia sobre los peligros de fumar o comer marihuana

Fuente: 1750874402

El aumento del consumo en forma de gomitas o cigarrillos relativiza un dato clave: ambas vías pueden dañar la salud. Un nuevo estudio en JAMA Network Open analizó los efectos diferenciados del THC según la vía por la que ingresa al organismo

>Según sus autores, este tipo de disfunción endotelial —una alteración temprana de la función vascular— puede anticipar Los investigadores del estudio CANDIDE (CANnabis: Does It Damage the Endothelium?) se propusieron analizar si el consumo crónico de cannabis está relacionado con alteraciones en el endotelio, la capa que recubre el interior de los vasos sanguíneos.

Se observó disfunción endotelial en usuarios de cannabis por lo demás sanos, lo que sugiere un mayor riesgo de desarrollo temprano de enfermedad vascular”, escribieron los autores en el estudio.

El ensayo, de tipo transversal, incluyó a 55 personas de entre 18 y 50 años, emparejadas por edad y sexo. Ninguna fumaba tabaco ni estaba expuesta al humo de segunda mano. Fueron divididas en tres grupos: consumidores crónicos de marihuana fumada, consumidores frecuentes de comestibles con THC, y no usuarios.

Los investigadores midieron la dilatación mediada por flujo (FMD), un marcador de salud arterial, y la velocidad de onda de pulso (PWV), que evalúa rigidez vascular. Además, expusieron células endoteliales humanas a suero sanguíneo de los participantes para medir la producción de óxido nítrico, un compuesto que regula la función de los vasos.

Las personas que consumían marihuana regularmente, en cualquiera de sus formas, presentaban una reducción de la función vascular comparable a la de los fumadores de tabaco”, señalaron los autores en un comunicado difundido por la Universidad de California San Francisco.

Aunque los comestibles también redujeron la función vascular, no provocaron el mismo impacto en el suero. “Los niveles de óxido nítrico estimulados por VEGF en las células endoteliales tratadas con los sueros de los participantes fueron significativamente menores para el grupo de fumadores de marihuana, pero no se vieron afectados entre el grupo de usuarios de comestibles con THC en comparación con los no usuarios”, aclararon los autores.

Esto sugiere que fumar y comer cannabis daña los vasos por mecanismos distintos. “Fumar marihuana afecta negativamente la función vascular por razones diferentes a las de la ingestión de THC”, explicó el autor principal del estudio, el Dr. Matthew L. Springer, profesor de medicina en la UCSF.

En el Reino Unido, uno de cada 14 adultos probó comestibles de cannabis. Las gomitas, en particular, se convirtieron en una vía socialmente aceptada para consumir THC. El mercado negro de comestibles alcanza los 2.600 millones de libras anuales y su consumo casi se duplicó en ocho años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU.

“He notado cada vez más el aumento del consumo de comestibles de cannabis, sobre todo en los últimos dos años”, afirmó la médica generalista Deepali Misra-Sharp a The Telegraph.Muchos se sienten atraídos por los comestibles porque se consideran más discretos y seguros que fumar cannabis, pero esa suposición no siempre se cumple”.

Aunque no generan daño pulmonar, los comestibles no están regulados y pueden contener dosis impredecibles de THC. “Esto dificulta enormemente la titulación de la dosis y aumenta el riesgo de daños”, explicó Misra-Sharp. También pueden provocar hipertensión, ansiedad, taquicardia o alteraciones del sueño. “Muchos pacientes muestran desconocimiento total de la dosis ni del tiempo de inicio del efecto”, advirtió.

En los últimos años se reportaron casos de ansiedad intensa, desorientación, vómitos, e incluso episodios breves de psicosis. Los efectos pueden verse exacerbados al consumir comestibles con el estómago vacío o cuando el THC es absorbido a través de alimentos grasos”, detalló la médica.

Por su parte, Campbell alertó sobre el riesgo de trastornos mentales graves: “Puede derivar en violencia si creés que alguien te va a perseguir. Los pacientes huyen de perseguidores imaginarios, saltando de edificios y delante del tráfico como resultado de la paranoia”. Añadió que los antipsicóticos no siempre resultan eficaces para tratar estos cuadros.

La disminución de la función endotelial detectada por el equipo de la UCSF equivale, en promedio, a la mitad de la función vascular observada en personas no usuarias. Este deterioro anticipa un mayor riesgo de infarto, hipertensión y enfermedad vascular.

Frente a esta evidencia, Misra-Sharp recomendó una estrategia concreta: “Los médicos de cabecera deben empezar a preguntar sobre el consumo de cannabis de forma más rutinaria (no solo fumado, sino también en comestibles) y mantener conversaciones honestas con nuestros pacientes, centradas en la reducción de daños”.

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